lundi 26 mars 2007

Dragon pourpre miniature.

Trajiste tu óbolo?

Entonces ahora saborea la dulce mortalidad de sus dulces aguas. Aunque desprecio el regalo de tu torpe sonrisa llena de ignorancia. Ahora impulso mi triste barca por el Éstige hacia la valiosa prostituta que has llamado redención.
Ya habrás de descubrir que su insípido placer eclipsa la poderosa verdad. En este sueño los elementales se regocijan en su propio dolor danzando sobre los túmulos de la soberbia. Las ásperas tumbas se levantan incómodas sobre el tierno silencio de la noche. Salpicadas de las lágrimas de aquel dios de los mortales. Bajo el suave líquido multicolor de la inspiración se levanta el degenerativo aceite de lo superficial. Morfeo encarna el deseo de perdón escondido en las cavernas de nuestra locura. Solo para comprender que lo nauseabundo del excremento alrededor, valida nuestra existencia como las mariposas de la luna.

Aquél día me entregue a mi propia capacidad de desilusión. Solo para poder entender la naturaleza del misericordioso pecado de la vida. Deucalión y Pirra se encargaron de concederme esta prisión. Anatema de amargura. Insomnio de dulzura.
Recuerda cuando la gracia de lo divino pereció en la sombra de la realidad.
Recuerda como aquel niño lleno de odio se convirtió en la nota del último acorde de aquella triste canción.
Recuerda que la aflicción de lo tangible se evaporó con una simple mirada de tu dama.
Piedad! Los enemigos de la sabiduría se agrupan para vengar su indescifrable dolor en el alma.
La Letanía del castigo refleja su vago rayo de aurora en el ausente espacio entre la piel y mi espíritu.
Acaso has perdido tu, la aféresis de tus sentimientos?
Acaso nunca las has tenido?
Juntos conquistemos el sonido de la duda. Arrasemos con la debilidad, entreguemos esta despreciable decadencia.
Desintegrémonos en la distancia de nuestras ilusiones.
Emulemos al poderoso rey de los reyes.
Cantemos acerca de los ingenuos cadáveres de la soledad.
Juguemos una última partida de ajedrez con la noble Señora Muerte.
Hablemos de las mutilaciones de nuestros personajes escondidos, que al encontrar la apatía de los vivos cederán su exilio a los cangrejos de la navidad. Sedientos de las palabras del olvido, solo encuentran un simple eco del relegado himno de Mnemosine.

Y en la armonía de la tragedia poética del corazón de los hijos de Abraxas descansa la tristeza que alimenta el fantasmagórico apetito de la prolongación del sufrimiento.

Una Mariposa disfrazada de pulpo y una máscara de niño.
Una Mariposa disfrazada de gato y una máscara de humano.






…and a bag of Jellybeans.




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